Mis inicios con la lactancia materna no fueron un camino de rosas. Durante el embarazo leí algunos libros al respecto para informarme que me gustaron mucho... que felicidad sentía imaginándome dando el pecho a mi bebé cuando hubiera nacido, y lo veía algo tan natural que jamás pensé que fuera a tener tantos problemas para hacerlo. Os cuento como fue mi experiencia por si puede servir de ayuda.
Pitusa nació por parto natural, tengo que decir que tuve mucha suerte porque fue un parto rápido y buenísimo, así que a los pocos minutos de nacer ya estaba mamando, no me lo podía creer... tenía en mis brazos a esa chiquitina con la que tanto había soñado y me parecía increíble que ya recién nacida supiera exactamente lo que tenía que hacer para comer, hay que ver lo que es el instinto.
Cuando ya estábamos en la habitación las enfermeras decían que era una suerte que se hubiera enganchado tan bien al pecho, pero justo el día que nos iban a dar el alta empecé a sentir un dolor muy molesto y fue cuando vi que comenzaban a hacer su aparición las primeras grietas en los pezones.
Como respecto a las grietas ya estaba más que advertida me había llevado Purelan al hospital, así que allí mismo comencé a echármelo.
Cuando ya estábamos en la habitación las enfermeras decían que era una suerte que se hubiera enganchado tan bien al pecho, pero justo el día que nos iban a dar el alta empecé a sentir un dolor muy molesto y fue cuando vi que comenzaban a hacer su aparición las primeras grietas en los pezones.
Como respecto a las grietas ya estaba más que advertida me había llevado Purelan al hospital, así que allí mismo comencé a echármelo.
Estando ya en casa fue cuando me subió la leche, y que subida... los pechos parecían piedras de lo duros que se pusieron. Del dolor prefiero no acordarme porque se me caían las lágrimas, pero lo peor fue ver que Pitusa no podía engancharse al pecho de lo hinchado que lo tenía. Hasta probé con el sacaleches pero fue inútil, así que terminé en urgencias y me dijeron que estaba a punto de tener una mastitis. Me pasaron con una matrona, y menuda paciencia que tuvo la mujer, ya que estuvo conmigo y con Pitusa cerca de dos horas dándonos indicaciones.
La posición y el enganche correctos son los que podéis ver en los dibujos. La boquita del bebé no solo tiene que coger el pezón sino también buena parte de la areola, y su tripita tiene que estar pegada a la de la madre, así no tiene que tener la cabeza girada mientras mama. Yo le ofrecía primero un pecho y cuando terminaba de mamar le daba del otro, así que en la siguiente toma comenzaba con el mismo con el que había terminado la toma anterior.
Si los pechos están muy hinchados o doloridos y no conseguimos que el bebé se enganche, habrá que aplicar calor antes de la toma durante unos minutos para que se ablanden y frío cuando el bebé termine de mamar para evitar que se inflamen. Yo compré en la farmacia las bolsitas de gel que veis en la foto, ya que vienen dos, así una la utilizaba para el frío por lo que la tenía siempre en la nevera y la otra para el calor que introducía unos segundos en el microondas. Esta fue mi rutina diaria en cada toma durante un par de semanas y también me echaba siempre purelan para las grietas que estuvieron presentes durante un mes más o menos, aunque yo seguí echándomelo hasta que dejé de dar el pecho.
Quince días después de empezar a darle el pecho a demanda, Pitusa no recuperaba peso, así que el pediatra me indicó que le diera leche de fórmula en biberón y así hice, fue entonces cuando empezó a ganarlo, por lo que terminé con una lactancia mixta hasta los cinco meses aproximadamente, que fue cuando volví al trabajo.
Tengo que decir que he llorado mucho con este tema, pero también estoy contenta de haberle aportado lo que haya podido darle, y si tengo otro bebé lo volveré a intentar porque creo que es lo más sano. Pero en ocasiones me sentí mal... la gente me preguntaba constantemente que si le daba pecho o biberón, y he de decir que en alguna ocasión me miraron mal e incluso una vez tuve que escuchar un mal comentario. Muchas madres no pueden o no quieren dar el pecho a su bebé y no por eso son peores madres, ya que esa es solo una etapa de muchísimas que estar por venir... porque somos madres toda la vida! Lo importante es que cada uno esté feliz con su manera de hacer las cosas y respetando las de los demás.
Pues esto es lo que os puedo contar sobre mi experiencia con la lactancia materna, espero que a las futuras mamis les pueda servir de ayuda y a las que ya habéis pasado por ello ¿como ha sido vuestra experiencia?